
Mi bisabuelo sembró la semilla de mi relación con el mundo del dulce, hace ya más de 90 años, cuando empezó a trabajar en galletas VICTORIA. Posteriormente, fundó su propia empresa, VIRGINIAS, un proyecto con una larga trayectoria en el que me involucré laboralmente y que me regaló la posibilidad de adquirir experiencia y conocimiento de un mundo que me apasiona.
Digamos que llevo las galletas en mi ADN, y además me encanta la alimentación ecológica y natural. De esta interacción nace CAROLINA, que siguiendo la historia de la familia tiene nombre de mujer: VICTORIA, VIRGINIA y ahora CAROLINA.
Con la línea CAROLINA HONEST he querido recuperar la esencia de las primeras recetas de mi bisabuelo. Es mi tributo personal a una historia que me ha hecho ser quién soy y a la que he aportado mis propios valores, mi bagaje, mi amor y todo mi esfuerzo, presente en cada producto CAROLINA.
Siento que este es mi pequeño gran sueño hecho realidad.